Un año más la Virgen de la Cabeza volvió a encontrarse con sus romeros en una mañana de Domingo abrileña colmada de fervor, entrega y amor. La mañana se abrió con la salida más tempranera que la Imagen de Ntra. de la Cabeza haya realizado. El repique de campanas de la espadaña del Real Santuario anunciaba que la Madre de Dios de nuevo un año más se encontraría con sus hijos en su bendito cerro. Para la ocasión la Virgen lucía radiante con sus mejores galas, el manto más antiguo que posee, el mismo que le fue regalado en el año 1960 para conmemorar su recoronación y el mismo que vestía para su traslado a Jaén el pasado mes de Noviembre. Un manto de color azul noche bordado en oro fino y con el escudo de la ciudad de Andújar. La lluvia tan protagonista en este invierno, también se rindió a la Reina de Sierra Morena haciendo sólo un mero acto de presencia, sin deslucir los prolegómenos de un domingo histórico.
Pasadas las diez de la mañana y una vez que la imagen de la Virgen presidía el impresionante altar que se había emplazado para la ocasión daba comienzo la celebración de la Solemne Eucaristía, presidida por Rvdo. Sr. D. Ramón del Hoyo López, obispo de la Diócesis de Jaén y concelebrada por la comunidad trinitaria y sacerdotes venidos de diferentes puntos de la geografía española y, en la que estaban presentes la Cofradía Matriz de Andújar, las 77 Cofradías Filiales y autoridades civiles y militares. La parte musical corría a cargo del Coro romero Desde Adentro de la localidad de Mengíbar.
Durante la celebración se procedió a dar lectura del comunicado mediante el cual la Santa Sede concedía el título de Basílica al Real Santuario, con fecha de 21 de Abril. Por su parte el Sr. Obispo recordaba durante la homilía todo lo acontecido durante la celebración de este año Jubilar, así como instaba a seguir trabajando por la devoción y difusión en el Amor hacia María bajo la advocación de la Cabeza.
Tras concluir la Solemne Misa y cuando se vio en el cielo el primer atisbo de claridad se iniciaba la procesión por riguroso orden de antigüedad. Sobre las doce de la mañana y una vez que la imagen de la Morenita coronaba su trono de plata, se pudo contemplar cómo sobre una multitud de promesas, las andas iban poco a poco enfilando la calzada camino del arco.
Escoltada la Virgen como viene siendo desde antaño por los padres trinitarios, un año más se repetía la inconfundible y universal estampa de esta singular romería: cientos de niños de muy corta edad eran subidos hasta sus andas para tener el enorme orgullo y privilegio de poder tocarla y besarla y así como miles de prendas eran lanzadas para que de esta forma pudiesen tocar su manto e impregnarse de su radiante ternura para luego ser guardadas como un enorme tesoro santificado. Este año los Padres Trinitarios D. Fran Medina y D. Antonio Torres, naturales de Andújar y Sevilla respectivamente han sido los cumplidores de esta única y señera tradición.
Pasadas las tres de la tarde las Andas de la Virgen llegaban a la lonja, tras más de tres horas de procesión en la que la Rosa de Oro se paseó por su Sierra y visito a cientos de miles de romeros y acompañada por sus Cofradías, llegó el momento de poner broche final a este año histórico y a esta romería que pasará a los anales de la historia por todo lo acontecido y a la memoria de los más de quinientos mil romeros y peregrinos que este año se han peregrinado hasta el Cerro del Cabezo.
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