De nuevo un año más decenas de miles de peregrinos, llegaban hasta el Cabezo para rememorar y celebrar la Aparición de la Santísima Virgen de la Cabeza, al pastor de Colomera Juan Alonso de Rivas, en la noche del once al doce de agosto del año 1227.Sin duda los intensos momentos vividos durante la noche del pasado miércoles no dejaron indiferentes a ninguno de los devotos y romeros que vibraron en el 783 aniversario de la Aparición.
En torno a las 21:15 horas, las Cofradías Filiales en estricto orden de antiguedad, hacian su presentación en la Basílica del Real Santuario. A las puertas del mismo, la Cofradía Matriz junto con una representación del Ayuntamiento de Andújar, en la persona de Rosa Maria Fernandez de Moya, alcaldesa en funciones, recibían una por una a todas las Cofradías asistentes. Mientras tanto, en el interior de la Basílica, el P. Isidoro Murciego, Rector del Santuario y el P. Rafael Marquéz, Párroco del mismo daban la bienvienida a las Filiales ante el Altar de la Santísima Virgen.
Una tras una, las Cofradías Filiales iban pasando ante la Reja del Presbiterio, para realizar su presentación, y ofrecer a la Virgen sus alabanzas y rezos en forma de vivas, palmas, cantos y flores. Marcaba el reloj las 22:40, cuando el Gallardete de Jaén cruzaba el dintel de la puerta para encontrarse un año más con la Reina de Sierra Morena en la "Noche Santa de la Aparición", tal y como el Padre Rafael la denominó durante las presentaciones. Una veintena de peregrinos y devotos de la Capital del Santo Reino, acompañaron a la Cofradía en este sublime momento. El gallardete de Jaén, fiel reflejo de lo que acontecío en esa noche hace 783 años, lucía el crespón negro, en señal de duelo y recuerdo por la notable perdida acontecida en el seno de la Hermandad recientemente.
Como manda la tradición, el presidente de la Matríz, Jose M. González, junto con la Hermana Mayor de Colomera, Silvia Camarero, así como el P. Rafael Marquez y la representante de la Alcadía de Andújar, Rosa Mª Fernandez, procedían al Traslado de la Imagen de la Morenita hasta sus andas, conviertiendose de nuevo en uno de los momentos más emocionantes y singulares de esta Gloriosa y Universal Devoción. La Virgen para la ocasión vestía el manto de "la Rosa de Oro". Un manto rojo con bordados en oro, el cual lleva en su diseño el dibujo de la prestigiosa distinción concedida por su Santidad, el pasado mes de Noviembre. Como anécdota cabe señalar que el manto a pesar de ser nuevo, ya fue estrenado por la imagen que se venera en Andújar, durante su salida procesional en el mes de Mayo.
Entre multitudes y bajo un manto de estrellas, la Santísima Virgen de la Cabeza, tras haber sido entronizada en sus andas, tomaba camino del altar exterior donde iba a tener lugar la Celebración de la Eucaristía. Así llegaba otro de los momentos álgidos de la noche, cuando de nuevo la Morenita era trasladada desde su trono de plata hasta el altar donde presidiría los cultos en su Honor. Una vez que la imagen de la Virgen coronaba el Cabezo, daba comienzo el Rezo del Santo Rosario para posteriormente celebrar la Santa Misa, en la que no se pudo contar con la presencia del Obispo de la Diócesis de Jaén, asusentado por la peregrinación que está realizando la Curia hacia la basílica de la Inmaculada Concepción en Washington. Cabe destacar que Don Ramón del Hoyo, ha viajado hasta Estados Unidos con una Réplica de la Imagen de la Patrona de la Diócesis, para que sea depositada en dicha Basílica Internacional.
Cerca de las dos de la madrugada, daba comienzo la Solemne Procesión de la Virgen, por el Cerro del Cabezo, donde una vez más se pudo contemplar el Amor de los Romeros hacia su Madre. Una vez que la Virgen llegó hasta su Camarín, cientos de romeros quisieron estar cerca de ella y así poder besar su devoto manto.
De nuevo un año más el milagro se obró en Sierra Morena y la Virgen de la Cabeza, Reina y Madre nuestra, quiso que nuestros corazones, al igual que hiciera con Juan Alonso de Rivas, se colmen de Amor, para seguir dando por los siglos de los siglos, testimonio de Fe.
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